martes, 20 de enero de 2009

Kyosko

2008
ROCK... ¡DE LA HOSTIA!


¿De qué hablamos cuando hablamos de rock? De hacer lo que uno siente, lo que a uno le venga en gana ¿O no? Bueno, de eso se trata ‘Kyosko’: una banda que hace rock y que habla de Dios.

Arrancaron en el 94 y desde entonces andan todo el tiempo con giras internacionales, presentando discos, recibiendo premios y dando más recitales. No paran de moverse, y algo de eso tuvo esta nota, que tuvo que hacerse en tres partes!
Fabián Liendo (voz) no tiene ningún problema en dar notas, pero si lo llaman para cantar… no queda otra: hay que seguir la conversación en otro momento. Mientras fue entrevistado, dos veces amagaron con que era su turno para cantar invitado junto a D-mente (quienes compartían la fecha), y no era. Así que entre llamado y llamado, esto es lo que nos decía antes de salir a escena:

- ¿Es una buena definición decir que Kyosko hace ‘rock cristiano’?
.
Para mí no. Porque el rock no es cristiano. El rock no tiene ninguna tendencia ideológica, simplemente es música. Además es imposible que el rock se convierta al cristianismo. Somos músicos de rock que somos cristianos, entonces expresamos lo que sentimos, lo que nos pasa a nosotros desde nuestra perspectiva.
No hacemos propaganda religiosa, no utilizamos la música para evangelizar. Ahora si me preguntas si me interesa recuperar la familia en esta sociedad, yo te digo que sí. Yo trabajé y sigo trabajando en ayudar a sacar a los chicos de la calle, de las adicciones… y te digo que todos esos chicos tienen familias destruidas, y sé cuál es el origen de ese problema.
En algún punto el artista cuando tiene reconocimiento se convierte en un arma que puede disparar muchas cosas. Entonces si esto sirve para influenciar a gente y construir un mundo mejor… y bueno, desde el granito de arena que podamos aportar, lo hacemos.

- O sea… disfrutar de la música y además…

Exactamente. Lo que es artístico nunca tiene un solo lineamiento. Uno disfruta, se emociona, se divierte, reflexiona y muchas otras cosas más. Es como un combo.

- ¿Qué es lo bueno y lo malo de hacer algo diferente?

Lo bueno es que el arte tiene que identificarte completamente. Si no, no tiene médula, está muerto. Y por el otro lado, tenés que pagar un precio.

Se abre la puerta del camarín y se escucha ‘Fabián, tenés que salir’. ‘¿Ahora? ¿Ya?’ responde el entrevistado. ‘Sí’. ‘¿Después la seguimos chicos?’ No hay problema. Pero era falsa alarma: todavía no tenía que subir al escenario a cantar. Por eso volvió y seguimos.

Bueno, te decía que lo malo es que depende de como se mire, pero tenés que pagar un precio. Lo raro es siempre lo que está fuera de la concepción de uno. La gente, a lo que no está acostumbrada, lo llama raro y lo acusa antes de conocerlo. Entonces en ese sentido hay que pagar un precio.

- ¿Hay mucho prejuicio en torno a cómo los tienen encasillados a ustedes?

Sí porque el cristianismo fue bastardeado por todos lados. Nosotros no podemos atribuir esto a nada religioso, simplemente tuvimos una experiencia personal con Dios. Nosotros sólo comunicamos lo que nos pasa pero no levantamos ninguna bandera religiosa. Hay mucho que dicen ‘tal es de tal religión entonces es automáticamente igual a un cura o a un pastor o un cura’. Eso es algo muy injusto pero es muy normal en esta sociedad. Entonces si bien se plantea un acercamiento a Dios, no se encuadran dentro de una religión…
No nos encuadramos dentro de una religión determinada. Somos cristianos. El cristiano sigue a Cristo. Y nosotros lo planteamos desde una perspectiva en donde no decimos arriba de escenario ‘queremos que seas cristiano’.

- ¿Y cómo fue que se conocieron y decidieron encarar un proyecto como este?

Nos encontramos trabajando en la parte social, en un hogar de chicos con sida, chicos de la calle. Y dio la casualidad de que éramos todos músicos, entonces surgió el proyecto.

Si hablo desde lo personal, lo que me pasó a mí fue esto. Yo estaba estudiando arquitectura y también estaba en la academia de música y mi papá tenía el sueño de que sus hijos fueran profesionales. Mi viejo me presionó mucho para que deje la música. Él era una persona muy importante para mí, yo lo quería muchísimo, así que tomé la decisión de estudiar arquitectura por amor a él. Cuando mi viejo falleció me quedó la sensación de haber hecho lo que él quería.
Después, con el tiempo, empecé a hacer música como hobbie hasta que un día me llamó la gente de EMI, diciendo que quería sacar un disco de la banda. En ese momento sentí que la vida me había devuelto algo que yo había entregado por amor a mi viejo, y entendí que era parte de mi destino y que lo tenía que disfrutar hasta donde se pudiera.

- ¿EMI los venía buscando? ¿Cómo fue ese arranque?

Cuando me llamaron a mi casa el planteo fue `¿Qué hacemos?` Era la primera vez que nosotros teníamos una propuesta. Ya para entonces nuestros conciertos convocaban a más de mil personas, entonces dijimos ‘Y bueno, hagámoslo’. Se había abierto una puerta que no fuimos a golpear y nos dimos una oportunidad.

- En relación con lo que hacen ustedes, es inevitable mencionar bandas como Rescate ¿Considerás que hay una escena, un movimiento de este tipo de rock que va por otro camino?

Mirá, la Iglesia se separó de la cultura, de la política, de la educación, de todo. Entonces perdió los lugares de liderazgo en la sociedad. Cuando nosotros firmamos con EMI y Rescate firmó con Sony en ese momento, estuvimos como un mes y medio saliendo en los diarios y las revistas como si todo fuese un fenómeno. Claro, decían ‘cristianos haciendo rock’. Era como una cosa que no podía ser, como si fuera algo incompatible, pero porque nunca hubo cristianos en ese lugar.

Para los chicos que nos siguen, que son cristianos, todavía les es difícil el cruce. Todavía les cuesta. Nosotros decidimos estar en los dos lados. Hay un grupo de chicos que entiende la movida y van y nos hacen el aguante pero la mayoría todavía no. Pero el cristianismo se tiene que dar cuenta que para hacer influencia en el mundo tiene que estar en el mundo, tiene que ayudar a la gente que no come, que no se viste y muchas otras cosas más…

- ¿Cuando arrancaron pensaban que iban a tener tanta convocatoria?

No. Así como tampoco nos esperamos que los discos que sacamos se conviertan en discos de oro. El último a poco más de tres meses de salir a la calle va camino a ser disco de platino. Tampoco nos imaginamos hacer tantas giras por Latinoamérica, EEUU, Europa…

Y justito ahí se abre la puerta de nuevo. Ahora si Fabián se tiene que ir. ‘¿Hacemos parte tres?’ ‘¡Dale!’
Fabián fue directo al escenario, donde lo esperaba la gente de D-Mente para cantar junto a él un tema. Fue impresionante. Minutos después arrancó el set de Kyosko que sorprendió con un recital increíblemente poderoso y enérgico. ¡Hasta hubo pogo!... ¡Y durante casi todo el recital! Cuando todo terminó, nos acercamos a Diego Bisio (guitarrista de Kyosco), quien mientras intentaba recomponerse del show, respondió esto:

- ¡Qué noche! ¿No? ¡Fue algo increíble lo de recién!

Sí. El vivo tiene esa cosa de 'feedback' con la gente que le da otra adrenalina. Por ahí en los discos sonamos un poco más prolijos porque somos medio enfermos del audio y esas cosas, pero en vivo es rock n’ roll.

- A vos te toca el cierre de la nota. ¿Qué elegís cuando tenés que elegir?

Si tengo que elegir prefiero estar en paz con todos los hombres. Siempre pienso que me siento privilegiado en la vida. Hago lo que me gusta y puedo contarlo bien. Y me viene a la cabeza la gente que no puede disfrutar la vida por diferentes motivos, y que sufre. Entonces si tengo que elegir prefiero aportar mi granito de arena para agradecer las cosas más felices.

- Muchas gracias. Y…. éxitos! Bueno, ya los tienen.

Gracias. Aunque no sé qué es el éxito, pero estuvo bueno haber estado esta noche acá en XLR, y que hayan venido y les haya gustado. Eso es un éxito.

*** CG & Alejandro García Santanna ***
.
.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario